¿Qué es? En pocas palabras, un desfase de horarios que afecta a los viajeros que llegan a destinos con múltiples zonas horarias en un corto período de tiempo. El compañero menos deseado. Inevitable también. Pero aquí te contamos los mejores consejos para surfear el jetlag como un experto.
Se produce cuando el reloj biológico interno del cuerpo, que regula los ritmos naturales de sueño y vigilia, queda desincronizado con el nuevo horario del lugar al que se viaja. Ahora bien, ¿cómo podemos engañar a nuestro reloj biológico para que no sufra las consecuencias de nuestro corazón viajero? La respuesta está aquí, ¡sigue leyendo!
Ajusta tu horario antes de viajar
Algo así como hacer la tarea con antelación. No apto para procrastinadores, claro. Lo que queremos es que tu cuerpo se acostumbre gradualmente al nuevo horario para que el shock de tu próximo ritmo de vida no sea tan drástico. ¿Cómo? Empieza a adelantar o atrasar tu horario de sueño unos días antes de viajar.
Hidrátate
¿Sabías que una buena hidratación puede afectar positivamente tu calidad de sueño? Es que ayuda a regular la temperatura corporal que es clave para un buen descanso. Además, cuando dormimos perdemos agua en nuestra respiración y transpiración y si estamos deshidratados la sequedad bucal - por ejemplo - tenderá a levantarnos. De hecho, si no tienes las cantidades de agua necesarias, puedes obstaculizar la producción de melatonina (hormona que promueve el sueño).
En fin, sobran razones para hacerte un festín de agua. Nuestro consejo: bebe toda el agua que puedas antes, durante y después del vuelo para estar on point con tus patrones de sueño.
Descansa antes del vuelo
¿Una obviedad? Tal vez. Pero no está demás recordarte que descansar bien es la clave de la fortuna. Así que haz la valija con tiempo, cena temprano e intenta dormir bien tu última noche en tu destino de origen.
Exposición a la luz solar
Estamos 90% seguros de que este consejo no lo conocías. Así que aquí viene la explicación: básicamente la exposición con la luz del sol, especialmente durante las primeras horas de la mañana, es una señal importantísima para el reloj biológico interno de tu cuerpo. Lo que sucede es que la luz natural, en particular la luz solar brillante, suprime la producción de melatonina, (la hormona que regula el sueño y la vigilia). Y por ende, te ayudará a mantenerte despierto y alerta durante el día, y contribuirá a una mejor adaptación al ciclo de día y noche.
Evita siestas largas
Viajar cansa, lo sabemos. Pero la siesta puede jugarte una mala pasada. Así que, por supuesto date el gustito de descansar por un rato pero no abuses con el maravilloso placer de dormir demasiado. Porque a la noche, ¿quién te duerme?
Sincroniza tus comidas
Así como descansar es fantástico para evitar el jetlag, comer tiene los mismos beneficios. Por eso es súper importante que ajustes tus horarios de comidas de acuerdo con la nueva zona horaria. Así la digestión le dará las pautas adecuadas a tu reloj biológico interno para que se regule lo mejor posible.
Descansa en el avión
Si viajas en un vuelo largo, trata de dormir en el avión según el horario del lugar al que te diriges. ¿Un consejito? Llévate una almohada y una máscara para los ojos para crear un ambiente perfecto para tu sueño. Y si quieres estirar los pies, anota este hack: los asientos al lado de la salida de emergencia tienen más espacio.
Permanece activo
¿Cuál es la clave para conciliar el sueño? Llegar cansado al momento de tocar la almohada. ¿Y qué te cansa? La actividad física, claro. Nada que un par de imperdibles a pie no logren resolver. Porque digamos la verdad, turistear debería ser considerado un deporte. Así que mantente activo, camina, descubre nuevos lugares y todo estará bien.
Sé paciente
La adaptación al jet lag lleva tiempo. Sé amable contigo mismo y dale a tu cuerpo unos días para ajustarse por completo.
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