Paisajes inolvidables, una capital vibrante y cultural, gastronomía de lujo, una de las capitales del vino más conocidas en el globo, calidez en cada gesto local y mucho más. Estas son algunas de las razones por las cuales hay que visitar el país latinoamericano.
Que es el país del Fin del Mundo ya es de público conocimiento. Que es dueño del último mundial de fútbol de la mano de Lionel Messi, también. Que el papa Francisco, que el increíble asado, que el argentino como fiel compañero de aventuras. Historias que fueron escritas y se popularizaron, pero son tan solo el puntapié inicial para comenzar a hablar de las alegrías que ofrece Argentina como destino turístico. Este rincón del planeta es mucho más que títulos célebres; es un caleidoscopio de experiencias que te sumergirán en un mundo de maravillas infinito.
Montañas, llanuras, desiertos, salinas, selvas, océanos, glaciares: Argentina despliega un abanico de paisajes que dejan sin aliento. Pero la naturaleza no es el único espectáculo. El tango en las calles de Buenos Aires, los sabores únicos de la cocina local y la calidez inigualable de su gente suman puntos para terminar de decidir algo que es seguro: hay que conocer Argentina al menos una vez en la vida.
1. La diversidad de paisajes que regala
Es uno de los puntos fuertes del país y por eso lidera la lista. El motivo es muy sencillo: la variedad paisajística de la nación celeste y blanca no tiene límites. Desde los picos nevados de los Andes hasta las selvas exuberantes de Misiones, Argentina es una tierra de contrastes geográficos que sorprende. Camina entre glaciares en El Calafate o siente la fuerza de las caídas del agua en las Cataratas del Iguazú. Déjate llevar por los colores del norte en Salta y Jujuy, las sierras cordobesas, los lagos de Bariloche y el frío de Ushuaia en Tierra del Fuego. Todos los antojos son atendidos, lo único que resta es sacar la cámara de fotos y retener semejante belleza en las retinas.
2. Buenos Aires, la capital del tango
La París de América del Sur. La de las calles empedradas, la melancolía del tango en cada esquina, la noche vibrante, los teatros y las librerías, la arquitectura. Buenos Aires, capital de Argentina, es un motivo en sí mismo que justifica el viaje hasta el país. Quizás por la mística del tango, el baile seductor que tiene origen en la cuenca del Río de la Plata y hoy se disfruta sobre todo en barrios como San Telmo o La Boca. O por la energía que se activa cuando el sol baja y los bares porteños se despiertan. O simplemente el encanto de recorrer la 9 de julio, avistar el Teatro Colón y comer una buena pizza en la icónica Avenida Corrientes. Lo cierto es que Buenos Aires emana una magia muy particular y la combinación de pavimento con espacios verdes y cultura inquieta da el mejor saldo existente.
3. La cultura gastronómica
Que nunca falte comida en la tierra albiceleste. Porque compartir un plato entre amigos o familia es un ritual que se antepone ante cualquier plan: es infalible, jamás falla y siempre se disfruta. La lista de preparaciones típicas que tienen que degustar es infinita, pero podemos hacer el intento para terminar de convencerte. La estrella siempre será el asado, carne cocinada a las brasas que consta de varios cortes (sobre todo vacunos) acompañados por verduras a la parrilla, ensaladas o papas fritas. Pero al margen del espectacular sabor de la carne argentina que ya da la vuelta al mundo, lo más destacable es lo que sucede cuando mucha gente se junta a degustar esta especialidad. Un momento compartido que está mediado por risas y anécdotas, que contempla que hay un protagónico innegable para quien cuece la comida (conocido como el asador) y une a cualquier persona. Al margen del asado, no pueden dejar de probarse las empanadas, la milanesa, la medialuna, los sánguches de miga y el dulce de leche.
4. Una de las capitales del vino a nivel mundial: Mendoza
Tierra de vinos, montañas y aventura. Mendoza es un destino hipnotizante para quienes disfrutan del buen vivir. ¿Su principal atracción? Los viñedos que se concentran en tres regiones principales (Maipú, Luján de Cuyo y el Valle de Uco). Más de 800 bodegas reciben a turistas de todo el mundo y le dan la bienvenida a una experiencia sensorial sin precedentes. La gastronomía vuelve al spotlight con menúes por pasos que maridan a la perfección con cepas como cabernet sauvignon, merlot, syrah, chardonnay y sauvignon. Pero el emblema de la provincia y del país es, sin lugar a dudas, el Malbec, reconocido por su suave sabor e intenso aroma. Un dato curioso que refuerza la premisa de visitar Mendoza es que la mejor bodega del mundo es argentina: Catena Zapata lideró el ranking más famoso de los World’s Best Vineyards en 2023.
5. La calidez de su gente
Más allá de los paisajes y la comida, lo que realmente hará que tu viaje sea inolvidable es la calidez y hospitalidad de los argentinos. No importa de qué país visites o cuáles sean tus preferencias: siempre va a haber un local dispuesto a hacerte sentir como en casa. La pasión con la que hacen las cosas y el deseo de compartir su cultura hacen que cada encuentro sea genuino y memorable. Además, vas a volver repleto de amigos: es lo más sencillo de hacer mientras se pasea por Argentina.
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